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Yo pago por mi música, qué pasa?

Después de semanas de dar la lata con las descargas legales o ilegales, nombramiento de nueva ministra de por medio, intentos de los prescriptores digitales de medir su poder, y algunas sentencias judiciales, creo que ya se ha enfriado lo suficiente el temita como para aportar mi opinión.

Internet es muy práctico para compartir archivos, sí, y no hay que ponerle puertas al campo. Pero eso no quita que en el origen de la descarga de una película o un disco de forma ilegal haya un delito. Para aprovechar el magnífico medio que es Internet para el intercambio de archivos existen opciones de pago perfectamente válidas. Yo por ejemplo, sólo COMPRO música en iTunes, porque es más cómido, rápido, y lo descargo directamente a mi teléfono, que es donde escucho la música. Pero PAGO por ella.

Internet es genial para compartir archivos, de forma legal también. Que la SGAE esté desfasada, o que las distribuidoras no quieran ver la evidencia no es justificación para cometer un delito. Comprad la música por Internet, y listo.

En cuanto al cine, está más complicado, pero bueno, todo se andará, si no me equivoco iTunes permitirá en breve comprar películas. Tiempo al tiempo. Pero no me sean demagogos…

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Musicayconciertos.com: Todo el mundo puede escuchar tus creaciones

Mi amigo Ricardo, experto en ERPs y el consultor tecnológico que más se centra en el usuario final de los que conozco, se ha lanzado al mundo de Internet, con un proyecto cuyo planteamiento es muy interesante y su futuro, muy prometedor.

Se trata de un portal de música, llamado musicayconciertos.com, en el destaca por encima de las habituales funcionalidades (noticias, recursos, etc) su sección dedica a artistas noveles. Cualquiera que tenga un grupo y quiera que se escuchen y valoren sus creaciones, se puede dar de alta, y empezar a subir sus canciones directamente. Además, cuenta con una Liga de maquetas, y un montón de muy buenas ideas que sin duda serán un éxito.

Un paso más en la revolución de la distribución musical que estamos viviendo. Lo que ha hecho Ricardo, como muchos otros, es utilizar Internet como plataforma de difusión de contenidos en los dos sentidos: para los grupos que hasta hace unos años necesitaban estar en la cadena de distribución «analógica» (discográficas, emisoras, etc), y para los amantes de la música que creen que existen muchos talentos todavía por descubrir, y que Internet nos facilita hacerlo.

Enhorabuena, Ricardo, te deseo mucha suerte, aunque con el trabajo e ilusión que le estás echando, no te hará mucha falta.

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